En este caso de "Adán Buenosayres", de Leopoldo Marechal:
- ...Adán, vuelto de espaldas al nuevo día, desertor de la ciudad violenta, prófugo de la luz, al dormir se olvidaba de sí mismo y olvidándose curaba sus lastimaduras.
- Este hombre tiene la desgracia de creer que le asiste el derecho de opinar sobre cosas que no entiende, no ha entendido, ni nunca entenderá.
- Afortunadamente, y muy a tiempo, advertí yo que no estaba llamado al difícil camino de los perfectos.
- La falla de los argentinos está en que todo lo convierten en chacota. Y la solución de nuestros problemas exige, señores, mucha seriedad.
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