domingo, 8 de marzo de 2009

Juegos de ingenio: el Trabado


Siempre me gustaron los juegos de ingenio. El cubo mágico -tan de moda su imagen en este auge retro- es uno de mis favoritos. Me entretiene, me da trabajo y logro armarlo. Todo muy lindo. Pero con el Trabado es otra cosa... Me entretiene, me da trabajo, no sale, lo insulto, lo dejo, lo vuelvo a agarrar y no, no hay caso. Es imposiiiiible, diría un personaje de Capusotto.

Dicen las instrucciones de este particular jueguito:

1. Se colocan las fichas como se indica en la tapa de la caja.
2. El objetivo del juego es sacar la ficha grande por la salida indicada con la flecha.
3. No se pueden levantar las fichas, solamente se deben desplazar horizontal o verticalmente a los espacios libres.
Si logra resolverlo en menos de 2 horas, es posible que Ud. sea un genio...

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Es el juego de colores que cantamos para tí



Ya sabemos quienes eran y cómo eran. Para qué andar diciendo que los Parchís eran un grupo musical formado en 1979 por cinco españoles, que sus nombres eran Tino, Yolanda, David, Gemma* y Oscar (reemplazado luego por Frank, o al revés, no me acuerdo).
* Sí, Gemma va con doble m, le erré en las fotos, no las armaré de nuevo.

Si sabemos todo eso seguramente es porque nos caían en gracia y escuchábamos sus canciones y también porque fuimos al cine a ver sus películas...

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Érase una vez...


"Erase una vez el hombre": la historia de la humanidad en 26 fascículos coleccionables, protagonizada por unos personajes un tanto extraños y en formato de comic, destinada a un público infantil.

Hubo en aquel entonces - 1980 en Argentina - unos problemillas con la iglesia devenidos de la teoría de la evolución y el origen del hombre. No entraré en detalles ni en polémicas, pero por este problemita tuvieron que sacar un fascículo especial llamado: El Universo, obra de Dios. En conclusión: la serie completa son 26 fascículos y un bonus track.

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Spins vs. Nips


Yo no las recuerdo mas que asociadas a las Nips por semejanza de nombre. Ahora que las vuelvo a ver me pregunto si no serían como esas legendarias galletitas en forma de animales que venían sueltas junto con confites incomibles -excelentes proyectiles por otro lado-, duras y con gusto a jabón, para más datos. Pero siguen existiendo, algo tendrán!.

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